La enfermera escolar: Agente de salud en la detección de violencia, estereotipos y actitudes machistas

AUTORÍA

Ana Mª Marchal-Torralbo
Institut Català de la Salut
España

Mª Gloria Martinez Alcazar
Institut Català de la Salut
España

Esther Sala Barat
Escoles Universitàries Gimbernat
España

Javier Montes Hidalgo
Escoles Universitàries Gimbernat
España

Joaquin Tomás-Sábado
Escoles Universitàries Gimbernat
España

M. Rosa Oriach Alonso
Institut Català de la Salut
España

INTRODUCCIÓN

La violencia de género es un fenómeno que no se produce únicamente en la edad adulta, sino que cada vez es más frecuente a edades precoces. La violencia en las relaciones afectivas de los jóvenes y adolescentes es un factor predictor de futuras agresiones en el transcurso de la convivencia de la vida adulta. Los profesionales de la salud son el primer punto de contacto con las personas maltratadas y la atención sanitaria tiene un papel primordial, tanto en el tratamiento de las secuelas, como en la prevención de la violencia. Desde esta perspectiva, la enfermera escolar ocupa un lugar de privilegio para la detección y atención precoz de actitudes machistas y violentas en el ámbito educativo.

OBJETIVOS

Que la enfermera escolar pueda identificar actitudes violentas, estereotipos y actitudes machistas, en el entorno escolar, dentro del marco de actuación del programa salud y escuela.

MATERIAL Y METODOS SUJETOS

Participaron en el estudio 195 alumnos de bachillerato, 120 mujeres y 75 hombres, de un Instituto de Educación Secundaria, ubicado en el área metropolitana de Barcelona, con una edad media de 17,4 (DT = 3,8). Instrumento: Los alumnos respondieron de forma voluntaria un cuestionario anónimo y autoadministrado que contenía, entre otros instrumentos, la Escala para la Detección de Actitudes Machistas, Violencia y Estereotipos (EDAMVE).

RESULTADOS

La puntuación media de la escala fue de 28,10 (DT: 5,63) con un rango de 20-46. No se observa relación entre la puntuación de la escala y la edad (r: 0,02; p>0,05). Las puntuaciones de los hombres son significativamente superiores a las de las mujeres (p<0,05). En el análisis de las respuestas a los ítems individuales destaca que el 21% de los participantes (18 sujetos) considera que “es normal que los hombres enamorados sean celosos” (ítem 5); el 10% (9 sujetos) creen que “la naturaleza de la mujer la conduce a que realice las tareas domésticas” (ítem 14); y el 17% (15 sujetos) opinan que “es normal que mi pareja se enfade si la contradigo” (ítem 1).

CONCLUSIONES

Los resultados obtenidos evidencian la necesidad de establecer programas de actuación para trabajar el tema de la violencia machista desde la infancia y adolescencia, con el objetivo de promocionar relaciones en las que no tengan cabida el maltrato ni la violencia. La consulta enfermera en el centro educativo presenta grandes posibilidades para trabajar los prejuicios sexistas y los estereotipos que tradicionalmente se han atribuido a los dos sexos.

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